Enterarnos por medio de la lectura de un libro, de cualquier tema relacionado con crecimiento personal o autoayuda, muchas veces nos deja la sensación de que podemos manejar solos la situación que se plantea, porque pensamos que estar enterados es lo mismo que tener las herramientas para resolver.
De seguro has escuchado alguna vez a alguien decir “ya me he leído todos los libros de ese tema y sigo en lo mismo”, o a lo mejor has estado tú en esa posición.
Y es que tal y como lo analiza la psicóloga Perla Navarro Vásquez, del Centro Psicológicamente, los libros de autoayuda pueden ser muy útiles a la hora de aprender sobre algún tema que nos afecta o nos interesa. Nos aportan conocimiento teórico sobre el significado y la naturaleza de estos temas, y sobre los factores que usualmente intervienen en ellos. Sin embargo, a la hora de buscar cambios en nuestra vida o solución a nuestras dificultades, tienden a quedarse cortos.
Menciona como algunos de los temas que se tratan en estos textos: el manejo de conflictos, la asertividad, la autoestima, la dependencia emocional, entre otros.
¿Y por qué un libro que trata del tema que me afecta, no me da las herramientas para resolverlo?, pues la terapeuta explica que “porque así de diversas como somos las personas, lo son las situaciones y dificultades que se nos presentan. Una misma problemática se manifiesta de manera distinta según la persona; los factores que intervienen varían y la manera de acercarse a ellos también”.
Navarro Vásquez afirma que los libros presentan una manera de analizar su dificultad y de buscar una solución, pero no necesariamente es esa, la que le resulte a todo el mundo. No hay receta mágica que cure todos los males; hacerlo requiere de un trabajo de descubrimiento para el que necesitamos acompañamiento.
Valorando el apoyo profesional
La psicóloga detalla que buscar ayuda profesional nos permite tener un espacio seguro para ir poco a poco identificando las raíces de lo que nos afecta y las herramientas que poseemos para afrontarlo.
“El terapeuta es una persona que nos acompaña en el proceso y nos ayuda a esclarecer lo que a veces nos parece muy complejo y a vencer nuestras propias resistencias. Nos guía en el análisis de nuestra propia realidad, con todas sus particularidades. Es un proceso profundo que nos da la oportunidad de una sanación real”.
¿Qué hago con los libros?
La pregunta es ahora ¿qué hacemos con los libros entonces? los libros pueden ser fuentes de información sobre lo que nos sucede e incluso herramientas auxiliares al proceso terapéutico.
“Por ejemplo, la persona junto a su terapeuta pueden ir analizando el contenido del libro y buscando similitudes con la realidad particular de la persona, poniendo en práctica algunos ejercicios sobre el tema o debatiendo ciertos puntos con los que no están de acuerdo. Los libros nos pueden ayudar mucho más si los utilizamos en terapia como una vía para llegar a lo propio”, concluye.